martes, 5 de enero de 2010

¡¡¡ Andá !!! ¡¡¡ Peraltes !!!

¡¡¡ Cogno, Peraltes !!! Con esta frase comenzamos otra ácida entradita dedicada a todos aquellos que quieren y tienen alguna voluntad de mejorar cuando hacen las cosas. Este fin de semana, con eso de visitar a la familia volviendo como el turrón en Navidad, y de paso llevarles los Reyes además de traerlos para estas latitudes, aproveché para hacer alguna excursión slotera en compañía de Vicente. Así de paso podíamos probar por fin con su configuración completa el Xsara 1:24, y de paso matar mono de gatillo.

El caso es que el sábado por la tarde aprovechamos para visitar las instalaciones de una conocida tienda a nivel nacional que recientemente se abrieron en el Corredor del Henares. Sin duda alguna lo mejor que tienen es la pista de 8 carriles, maravillosa. Pero esta vez estamos más esperanzados en iniciar nuestras escasas habilidades en el Rally y el Raid. Como siempre, cada vez que deseamos algo, aparece una sorpresa que lo jeringa. Esta vez son los trazados de los tramos. Los tramos de Rally tienen trazados imposibles. Como lo explicaría yo ... No sé si conocéis algo de aviación, pero el término correcto sería la maniobra Immelman. Si la llevamos al slot nos resulta una curva imposible : el coche asciende con una pendiente de unos 45 º, para hacer un giro de 180 º y volver a descender por la misma pendiente. Esto supone que el coche, a mitad de la curva se encuentra a 45º transversalmente sin más apoyo que dos de sus ruedas y la corriente eléctrica. Resultado : el coche se cae. Imaginemos ahora una recta situada en un plano a 45º del suelo respecto a la sección transversal del recorrido del coche, y que al final se gira 180º para retomar otra recta en sentido contrario con la misma inclinación transversal, que se retoma con otra nueva curva y se pasa a recta superdeslizante con identica inclinación acabando en curva superdeslizante a 180º. ¿Y si os digo que estas rectas están a 1,50 m. de altura? ¿Y que no hay protección ni elemento que prevenga de la caida? Resultado : Los coches se van al suelo desde un metro cincuenta y a ver cuantas piezas encuentras. Dudo mucho que exista una sóla carretera en el mundo con ese trazado.

Ahora nos vamos el domingo a Hobby+, y Javier tiene listos 8 tramos de rally de asfalto, como los que vimos el dia anterior. Bueno no. Son distintos, muy largos y virados. Son los que veis en las fotos de esta entrada. Tienen curvas, revueltas, rectas largas, cortas, desniveles, subidas y bajadas. ¡¡¡¡ Y tienen peraltes !!!! ¡¡¡ Y protecciones !!!! Puedo ir al máximo de mis escasas posibilidades sin miedo a destrozar un coche. Cuando se sale, levanta la pata, o rebozo la croqueta, el coche siempre es detenido por obstáculos asépticos que no lo dañan. Y por supuesto jamás visita el frío suelo.

Con esto que os quiero decir. Muy sencillo. La complejidad de un Rally no radica en hacer tramos con trazados imposibles. Para eso ya existen los Xtreme Games, y no tengo constancia de que existan pruebas de ese tipo en slot. La belleza de un Rally radica en que alguien como Javier Gutierrez Jr. me mete 20 segundos por tramo. Porque es capaz de frenar mas tarde, acelerar un poco antes, llevar el coche más rápido que yo en recta, elegir la mejor transmisión posible, mantener la concentración, ... Eso es lo que debe marcar las diferencias en una competición, y no el tener que pasar "acongojado" una recta y rezar para que en la curva el coche no vuele hasta comprobar la dureza absoluta del terrazo. Mirad la cara de Vicente como disfruta con su flamante C4.

Si os fijáis en los tramos veréis que se asemeja bastante a una carretera real de montaña. Yo me fui con la sensación de haber dado vueltas en tramos de algo que podría ser perfectamente el Rally de Cataluña trasladado de la realidad al 1:32. Cuando estudiaba en la Universidad me enseñaron que no es bueno inventar si no se sabe lo que se inventa. Las cosas hay que tenerlas muy claras. E innovar requiere muchísimo esfuerzo, dedicación y tiempo. Si no se tiene algo de eso hay que buscar alternativas, y para eso es más práctico y efectivo copiar. En este caso copiar de la realidad. Las curvas tienen trazados, peraltes, para permitir sujetar el coche. ¿Qué conductor no se ha cagado en los ingenieros del MOPU cuando ha tratado de negociar una curva que le escupía hacia afuera porque estaba contraperaltada? Pues lo que no nos gusta que nos hagan con nuestros humildes utilitarios que no nos lo hagan con nuestros imponentes cochecitos.

Volviendo a la conocida tienda del sábado. Los tramos de Raid eran iguales, curvas imposibles y rectas y subidas suspendidas en la nada. Me recordaban a esa escena de una peli de Indiana Jones cuando da "El salto de Fé", o a ese circuito Hotweels de Rayo McQueen que anuncian en la tele. Eso no es Raid, ni las cabras montesas caminan por ahí. No quiero creer que la imagen del Raid que se tiene es la de Sainz despeñando su Touareg por un barranco. Esos 15 segundos del Dakar 2009 no pueden inspirar nunca los diseños. Yo lo comprobé cuando mi coche cayó desde 1 metro setenta (muy aproximado). Evidentemente no me da la gana cargarme un coche de 200 euros. Así que cogi mi coche, lo guardé y me fui a la pista de velocidad. Sinceramente los tramos me parecieron una pérdida de tiempo, esfuerzo y trabajo. No sirven para nada.


Volved a mirar las fotos de los tramos de Javier con atención porque tienen su miga. Tras probar todos no pude encontrar pega alguna. No pensaba haber escrito esta entrada, pero al encontrarme en tan corto espacio de tiempo dos claros ejemplos de una cosa mal hecha y otra bien, creí necesario hacer esta reflexión en voz alta. Por si le sirve a alguien.

Las competiciones no pueden llevarse al extremo. Un rally debe decidirse en la habilidad de cada uno. A mí me meterán 100 segundos, pero las diferencias entre los primeros, entre los grandes, serán mínimas. Escasos segundos decidirán los puestos de honor. Segundos que significan pequeñísimos detalles de pilotaje, suerte o preparación.

Como en los Rallies de verdad.

1 comentarios:

Daniel Diedrich dijo...

Aniversarios familiares y un proceso gastrointestinal post fiestas de navidad me impidió acopañaros..., pero como dijo la pelicula..."prometo que jamás volverá a ocurrirme algo similar".

Envidia me dais, tan solos, sin nadie que moleste en ese pedazo de nave sin más compañía que vuestros mandos y cochecitos.

Saludos