martes, 16 de octubre de 2012

Back to Basics

Hemos aprovechado este fin de semana para acercarnos al Circuito de Jerez y poder disfrutar de un agradable y soleado sábado envueltos en las competiciones del Campeonato de España de GT (ahora IBERGT ... porque españoles poquitos, la verdad). Pero lo que más nos atraía eran las pruebas de "relleno" : el recién creado por la FIA ´Historiques Formula One' (HFO) y las Gentlemen Races. Conceptos que por ser anacrónicos a mi "timelife" pero estando muy presentes en mi cultura automovilística nos presentaban por primera vez disfrutar en vivo de los hitos que viviera mi desaparecido tío siendo la figura que me introdujo casi de puntillas en el mundo del motor.
Por ello hoy empezamos con los Fórmula 1 para seguir en próximas entregas con las otras categorías no menos espectaculares.
Lo impresionante de todo ésto radica en que mi desconocimiento sobre estos coches me llevaba a contemplarlos desde las múltiples reseñas fotográficas que el ciberespacio nos ofrece de ellos, algunos videos, y muchos textos. Claro, todo esto está muy bien, hasta que los escuchas rugir. Hasta que haces el ejercicio mental de compararlos con los actuales cuyo sonido todavía retumba en mi cabeza desde enero. Hasta que compruebas que estos monstruos sin controles de tracción, sin ABS, sin dirección asistida, contienen los incipientes entonces diseños de fondos planos o los comienzos del uso de la fibra de carbono. Hasta que demuestran que revientan los tiempos de los GT2 y GT3 actuales, auténticos V8 desatados de primer nivel, metiéndoles 10 segundos por vuelta ... Hasta que con el 300 por objetivo lees en la carrocería Niki Lauda o Keke Rosberg.
Entonces te das cuenta que otros tiempos tenían otros pilotos. Pilotos. Palabra que se ha devaluado como el dólar. Sin quitar mérito a los actuales, que sus riesgos corren (¡¡¡Ánimo María!!!), pero envueltos en un halo de seguridad que si bien soy el primero en defender, también reconozco el valor de aquellos que no la tenían.
Y mientras, entre todo este mar de sensaciones nuevas, disfrutas de la estela azul de un  Hesketh.
O del sabor flamenco-tabacalero de un Ligier JS17.
Del glamour (el auténtico, oiga) dorado y negro del Lotus 87B.
Además de la dulzura de líneas del Osella FA1D.
La leyenda de los Brabham BT49 (mi carta favorita en aquellos juegos de naipes de los 80).
Las fantásticas e incipientes creaciones de Franck ... Williams FW08.
Y el resplandor fluorescente del McLaren MP4.
¡¡¡Vivan las tabacaleras en la Fórmula 1!!! Aunque el fumar perjudique seriamente la salud y pueda llegar a matar, no cabe duda que bañó en oro la mejor época del automovilismo de competición.

Un saludo. 
Miguel.

1 comentarios:

Unknown dijo...

hablas muy bien pero escribes mejor, ole por tus neuronas linguistcias.