domingo, 13 de octubre de 2013

Jaguar XJR6 - 1986

La entrada en vigor de la categoría correspondiente al Grupo C en los campeonatos de resistencia de automovilismo (WEC) y las 24 Horas de Le Mans fue el caldo de cultivo perfecto para un nuevo asalto al trono de la madre de todas las pruebas por parte de Jaguar.
El nuevo reglamento producía un nuevo escenario donde las espectativas de los grandes fabricantes se colmarían en triunfos a merced de las metas, que en diferentes momentos de la vida de este Grupo C, alcanzaría cada una de las tres "grandes" de la época. Por un lado las alemanas Porsche y Mercedes, y por otro, representando el orgullo del imperio británico, Jaguar.
El proceso pues estaba en marcha, si bien Porsche comenzaría instaurando un reinado en victorias y copando la casi totalidad de las parrillas con sus 956 y posteriormente los 962 fruto de las modificaciones del reglamento, Jaguar había puesto la primera piedrecita de su camino en el diseño del XJR5 sentando las bases de un modelo imitado hasta la saciedad por el resto de fabricantes "menores". De hecho, Mercedes y Peter Sauber beberían mucho de este diseño para lanzar su C9 ganador.
1986 sería el año del inicio del camino correcto que culminaría con el XJR9 y se alargaría hasta el XJR12. El resto es cosa sabida por los aficionados de pro, llegando al triunfo en las 24 Heures du Mans con el apoyo incondicional de la tabaquera Silk Cut, cosa por otro lado casi obligatoria en la época para sobrevivir en el mundo del motor ... valiosos dólares, o libras esterlinas, las que aportaba la nicotina hoy tan mal vista.
El coche que nos ilustra hoy es un capricho de Roberto. Capricho de esos que siempre apetece hacer por el reto que supone y la exclusividad del producto terminado. La representación de ese XJR6 con los colores oficiales de la británica que meses más tarde se sustituirían por el peso incondicional de una librea a imagen y semejanza de una cajetilla de tabaco.
British racing green con escuetos patrocinadores. Calcas íntegramente caseras, con logos blancos tirando del libro de recursos propios que da la experiencia y el saber hacer, la habilidad que nos caracteriza con el aerógrafo, y un poco de buen gusto por los detalles. Esto implica limpiaparabrisas en fotograbado y faros de cristal de Lagartijakit para dotarle de un aspecto más realista amén de algun detalle extra como el refuerzo del borde de deriva del alerón trasero. Los intermitentes interiores de las parábolas delanteras también son necesarios de ser sustituidos por algo más decente. 
Y es que el mundo de los detalles es importante, insisto una vez más, porque al fin y al cabo estamos haciendo una reproducción a escala menor. Aquello que difiere entre el producto plastiquero de un chino convertido en 50 euros del italiano de un elemento digno de ser coleccionado muchas veces sólo radica en el cariño que se le pone. De lo primero podemos encontrar siempre en cualquier tienda del género con el cartel de rebajas o en los mercadillos habituales de semestre. De lo segundo sólo se consigue a través de las ganas de darle siempre "un poquito más" a cada trabajo. Huir de la rutina y el tedio de una actividad que si se vuelve repetitiva nos condena, no sólo a la persona, sino a su obra.
Parece mentira que esto pueda obtenerse de un kit blanco de slot.it, pero con cariño y paciencia todo se puede.
Ahora Roberto tiene un nuevo incunable en su vitrina, posiblemente, con la mejor colección de Grupo C del país para envidia de muchos.
Un saludo.
Miguel.

viernes, 11 de octubre de 2013

Hoy se nos ha ido un ángel.

Esta no es una mañana para entradas felices. Todos hemos desayunado hoy con la triste noticia del fallecimiento de María de Villota.
Una mujer que más allá de un palmarés en su profesión gozaba de uno más grande que era su vida, y así nos lo contaba en el libro que se publicará en breve. Algún día sabremos valorar lo que ha conseguido esta mujer y las barreras que ha roto, no por ser hija del gran Emilio, porque para llegar a sentarse en un Fórmula 1 hoy en día ya no basta sólo con el dinero, hay que tener un poco (y un mucho) de talento y manos. Y ya digo que no sólo en la competición de donde salió por un terrible accidente, sino por las ganas de vivir que demostró hasta el último día.
Y porque al final lo más importante es la vida.
Gracias por todo lo que nos enseñaste.
Descansa en paz.

lunes, 7 de octubre de 2013

1974. Renault 12

Treinta y nueve primaveras ya han pasado. Y es que, al menos en esta dimensión, el tiempo sólo corre en un sentido. Es mediodía de un sábado de agosto y don Miguel sale despendolado por la Ronda de Atocha rumbo a la maternidad al volante de su nuevo Renault.
Nuevo porque apenas con un par de años de antigüedad se podía considerar como tal en aquellos tiempos. Evoluciones más lentas, un mercado que no se renovaba tan activamente, y modelos muy limitados ... utilitarios, el resto eran gamas para "ricos". Nunca estuvo mejor usada esa palabra : utilitario.
Y es que ese Renault 12 color ... ¿amarillo? ¿vainilla? ¿natilla? que se inauguró en su primer paseo como coche nupcial llenaría la vida de Miguel y su incipiente nueva famila de anécdotas durante su larga y extensa trayectoria. 
Sólo acabaría con él un flamante Renault 18 verde metalizado. Pero mientras tanto acumuló kilómetros plagados de sensaciones, de esas en colores raídos ahora, pero que sin duda a quien lo condujo le producía sensaciones que los nuevos automóviles han matado. La electrónica no existía, era electricidad simple y pura. Chispazos de bujías y cableado con circuitos que partiendo de los 12 voltios se ampliaban por el alternador. Coches bajos, con llantas de 13 pulgadas, neumáticos de "motocicleta" con rayados en zigzag, y calor, porque dentro de ellos se pasaba calor de verdad, del que te hace chorrear la espalda como las cataratas de Iguazú.
Hasta un par de días después yo no tendría el privilegio de conocerlo en mi primer paseo. La verdad es que aunque intento hacer memoria ni siquiera lo recuerdo. Pero meses antes ya había tenido una anécdota que marcaría su capó delantero. En el antiguo Safary Park de Madrid un león de la sabana castellana tuvo la feliz idea de subirse sobre la parte delantera y echarse una siestecita. Claro, eran otros tiempos en los que no había móviles ni cosas modernas, así que tras el susto inicial y una angustiosa espera a Miguel se le ocurrió la idea de dejar caer el coche en punto muerto para que el animalillo se "deslizara suavemente". Dicho y hecho, no sin que el felino melenudo tratara de mantener el equilibrio ante aquella caja que se movía bajo sus patas, clavando uñitas ... Dos maravillosos rastros de sus garras recorriendo el capó longitudinalmente a la imagen de una decoración "racing" fueron su firma durante unos cuantos días. Ya os digo que eran otros tiempos.
El coche que véis hoy es un kit de Lagartijakit sobre el Renault 12 que podéis encontrar en sus versiones de calle y TS. Un conjunto muy completo como viene siendo habitual en los productos de Juan Carlos y que en las manos adecuadas permite sacarle un acabado óptimo. Para ello, y como viene siendo habitual, nos encontramos con un despiece muy completo que incluye además de las piezas en resina, fotograbados, cristales en vacuforme transparente, ejes, llantas, tubo de escape, ... ¡¡¡y además me consta que ya existe la posibilidad de adquirir la mecánica completa y el chasis!!!
No ha sido muy difícil de trabajar, ya os digo que viene bien terminado y repasado, algo que es muy poco habitual en los fabricantes de kits en resina, y que siempre es muy de agradecer. Insisto, la relación calidad-precio como poquitas en este país y en el vecino.
Y mientras el R12 anda en las vitrinas del que fuera su dueño. Ya te falta uno menos para tenerlos todos,  papá.
Un saludo.
Miguel.