jueves, 7 de noviembre de 2013

Ligier JS5 1976. "Le Smurf"

Ahora que gracias a Ron Howard podemos rememorar una de las grandes añadas de la Fórmula 1 en alta definición digital era un buen momento para rematar este coche que llevaba tiempo rondando por aquí.
Y es que esa temporada de 1976 sería a la postre recordada por muchas cosas, no sólo por el famoso accidente de Nikki Lauda que le dejaría cicatrices de por vida, o por el mundial del díscolo James Hunt, sino que estábamos ante otro de esos campeonatos donde la FIA pillaría a más de uno a pie cambiado por un cambio de normas a mitad de temporada ... vamos, que 37 años más tarde estos caballeretes siguen dandonos de la misma medicina.
La temporada comenzaría con el desarrollo de las líneas de diseño que habían terminado en el 75, donde la admisión de aire del motor se producía sobre la cabeza del piloto a la vez que se creaba un triángulo de seguridad del mismo. Con más o menos fortuna y tacto se implementaban soluciones en todos los monoplazas, más orgánicas en Ferrari y más angulosas en McLaren. El clasicismo de Don Enzo y el modernismo tecnológico de Bruce. Pero la palma se la llevaba el prototipo de Ligier con un apéndice superior excesivamente exagerado para sobrealimentar un motor atmosférico V12 de Matra.
Ésto unido a su decoración con un French Blue dominante y lo sobresaliente en blanco le daban una imagen que recordaba seriamente a unos simpáticos personajillos de ficción que todos conocemos, y que el cine ha rescatado recientemente para las nuevas generaciones. Francia se sumaba a esta carrera por la Fórmula Uno con un programa íntegramente patrio confiando el volante del número 26 a Jacques Laffite, piloto no valorado en la justa medida de lo que ha llegado a representar pero inolvidable a todas luces para cualquier aficionado auténtico del motor. Estamos ante uno de los 10 monoplazas más feos de la historia de esta competición.
Luego llegaría la FIA, como he dicho, con ganas de cambiar las cartas de la baraja de manos. Y

para ello prohibió las tomas de aire por encima de los 80 cm. del plano del suelo, de manera que todos los monoplazas tuvieron que reajustar su diseño y cambiar la toma superior por tomas menores a ambos lados de la cabeza del piloto. Al JS5 con una altura de 140 cm. le supuso un cambio radical en su diseño que lejos de afectarle en rendimiento, y si atendemos a sus resultados, le facilitó alcanzar tres plazas de podium a lo largo del campeonato amén de una destacable cantidad de puntos.
La unidad de slot que véis aquí es un transkit que en su momento comercializaba Monoplace y que, la verdad, no recuerdo muy bien como llegaron a nuestras manos o quién fue el donante. Kit malillo en general, con una definición "ni fú ni fá" y bastante mejorable, que además depende de un March de Fly para poder completar una unidad decentemente. Pero bueno, para eso estamos, nos gustan los retos.
Así que le hemos dado un toque personal al conjunto, con unas calcas nuevas de diseño propio reajustadas a su verdaderas dimensiones, y comenzando por unos nuevos radiadores laterales más ajustados a la escala.
Seguimos con un alerón trasero que de acuerdo a las fotos reales era poco menos que un espejo, así que ha tocado volver a realizar un cuidadoso e inimitable cromado que le quita artificialidad a la réplica ... tirando de recursos propios.
Y como Fly nos ha obsequiado con un coche de un detallado y mecánica excelente, con una suspensión delantera funcional, dirección del eje delantero, un motor muy detallado, y un piloto de escala certera con unos arneses de seguridad independientes, merece un cariño especial en las piezas que se aprovechan para nuestra unidad.
El piloto se ha pintado de nuevo entero imitando el mono de Jacques y se le ha sustituido la cabeza por una de resina con una visera de acetato que deja ver los rasgos del piloto tras ella. El motor y los discos de freno, al igual que las llantas han recibido una serie de lavados y resaltes a pincel seco para acentuar su estado y quitarle el aspecto plastiquero del juguete. Y por último se han trabajado los interiores de la resina pintandolos en negro mate en la zona del cockpit al igual que en las traseras y bajos del alerón delantero.
Y el resultado es el que véis. Otra joyita para nuestras colecciones. Pieza singular e inimitable.
Porque al final no es tan feo como dicen..
Un saludo.
Miguel.