Porsche 956 Coca Cola

La chispa de la vida. Para los Transformers era una cubo de Rubik sin colorines plegable hasta caber en un bolsillo. Para nosotros los humanos es una bebida de fórmula secreta sobre la que se especula guarda su ingrediente secreto, ese que le da sabor, en nueces o castañas. Hay kilómetros de líneas sobre esta dicotomía que no nos llevan a ningún lado. Nadie en casi 100 años ha sido capaz de descifrar o identificar algo en su sabor. El caso es que este brebaje combina con todo. Puede beberse sólo, con Ron, con Ginebra, con Whisky (o whiskey si es de Tennesee). Incluso con un Porsche.

Esta decoración a pesar de lo que pueda parecer ha sido una cosa muy rápida, de tres días. Indolora casi que no incolora. Sobre una carrocería blanca de Slot.it estaba destinado a ser mi nuevo coche para correr Grupo C y similares, viniendo a jubilar al 956KH Marlboro que debidamente restaurado duerme para siempre en mis vitrinas.

El caso es que quería hacer un coche distinto, ochentero como Dios manda, y si podía ser asimétrico mejor que mejor, sin complicarme mucho la vida, ya que es carne de circuito y no debo tenerle mucho apego. De esta forma lo mejor fue copiar la lata de esos años, con esas líneas blancas diagonales que la atravesaban, que en mi lugar puse plateadas para darle algo de vidilla al coche, y de paso, tener un coche rojo, que es un color que en estas categorías de Slot.it no existe ... salvo el Shell, pero dudo que existan insensatos corriendo aún con este modelo.

Lo dicho, este es el resultado, y de paso, he aprovechado para recrearme en algunos detalles como las manchas de los escapes, alerón de cola, luces y demás parafernalia. Ahora espera su debut con el nuevo chasis EVO, un kit de luces fijo y alguna otra sorpresilla mientras el piloto de lexán ya ocupa su sitio esperando que ruja en anglewider su nuevo NC6.

Pronto más cosillas subiremos. Que algunos están ansiosos ya ...

Epitafio del día : Para flecos los de mi fregona.