Pues nada, allá que íbamos para el club AGS y llegando a la altura del Ventorrillo el Chato nos encontramos un grupo curioso de máquinas rojas en su mayoria. Dimos la vuelta y allí que nos fuimos. Y esto es lo que eran.
La verdad que en esta entrada los comentarios sobran, lo mejor las imagenes. Un saludo Roberto.
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